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Las prácticas y técnicas que muchos abogados llevan a la práctica en sus despachos pueden no ser la más acertada para conducirles al éxito

De hecho, existen muchas técnicas que es difícil de imaginar al principio, pero que si se practican con efectividad pueden llevarnos a mejorar nuestro rendimiento en el trabajo. 

Una de ellas es la de trabajar menos horas. A priori, esta acción tiene una connotación negativa, puesto que en la gran mayoría de los despachos aún se siguen imponiendo las largas jornadas. 

Muchos estudios aseguran que limitar el tiempo de trabajo ayuda a los empleados a dividirlo mejor y a enfocarse más en cada una de las tareas. El hecho de que los abogados fijen una hora de salida no tiene por qué ser negativo.

La empatía y la humildad son aquellas características de un trabajador que se olvidan en muchas ocasiones, sobre todo en los líderes o responsables de áreas. 

En los grandes despachos de abogados se reduce la cercanía entre el líder y los empleados y ello dificulta la empatía hacia ellos. Es, por lo tanto, importante velar por estos dos elementos.

El desarrollo de la vida personal y compartirla en ocasiones con los demás compañeros de trabajo es una idea fantástica para crear una mejor atmósfera dentro de la oficina. Confraternizar con otros abogados de la firma puede ser, en ocasiones, una tarea ardua. Las largas horas de trabajo y el estrés causado puede minar la confianza con el líder o con otros compañeros. 

Los abogados tienen que ser capaces de dar verdadera importancia a su vida personal, pero ello pasa también por incluir a compañeros de su oficina dentro de ella. 

La generosidad es otro de los factores clave que muchos abogados han de tener en cuenta. Independientemente del cargo que se ostente, la generosidad tiene que regir dentro y fuera de la oficina, y con los clientes. 

Ninguna operación o procedimiento judicial fracasará debido a la generosidad de un abogado.