¿Quieres realizar cambios importantes en tu despacho?
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El cambio no suele ser un proceso fácil en las firmas. Normalmente el cambio en una organización no se entiende con tanta claridad como se pretende. Hay que explicar el por qué del cambio
Esta es una labor propria de los líderes.
Cada cambio tiene que contener un contexto concreto y adecuado a la situación actual. Por ejemplo, sería difícil de entender que una firma cambiase de oficina a una más grande si no está pasando por un momento económico saludable. No se entendería, por otro lado, que la firma no pretenda retener al talento cuando hay muchos proyectos en curso sobre la mesa.
También el cambio tiene que pasar de la palabra a la práctica. Un cambio de cultura empresarial, por ejemplo, no se tiene que visualizar de puertas para afuera, es decir, únicamente de cara a los clientes o a los nuevos socios. El cambio tiene que ser percibido nítidamente por los empleados de la firma. En este aspecto, el equipo de Recursos Humanos tiene que procurar que el cambio se note dentro de la oficina.
Uno de los aspectos que más se ve afectado a la hora de implementar un cambio en una firma es la falta de conexión entre la dirección y el resto de los empleados. Cuando se quiera realizar un cambio importante dentro de la firma, este cambio tiene que agradar a los empleados.
¿Cómo saber si el cambio va a gustar o no a los trabajadores? Allí entra el feedback de los empleados. ¡Concede el derecho de la palabra a los trabajadores!
También es importante que el proceso del cambio se realice con el conocimiento de todos. Para ello es aconsejable informar a toda la empresa sobre el mismo proceso de cambio, qué destino se quiere alcanzar, con qué medios se va a contar, con qué profesionales se va a acometer. Mantener a toda la firma informada es mantener a toda la firma unida bajo un mismo proyecto.
¡Hay que ilusionar!
Todo cambio tiene que conllevar una dosis considerable de ilusión, de otro modo este proceso, a veces largo y arduo, puede minar la moral o el ambiente de los trabajadores. El cambio puede implicar una modificación de las rutinas, de la forma de trabajar de los empleados, por lo que es importante que haya un clima de ilusión.
Una vez finalizado el proceso del cambio los departamentos y sus jefes tienen que ser capaces de observar los beneficios, analizar las nuevas dinámicas de trabajo. Es una parte compleja, porque exige un acto de examinación de la propia empresa.
El cambio permite evolucionar a las firmas y, a pesar de que es un proceso difícil, es importante mentalizarse en la idea de que siempre nos llevará a un destino mejor. Tanto los líderes como sus empleados tienen que tenerlo bien en cuenta.
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