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Dado que las restricciones en el Reino Unido han disminuido y la población vuelve poco a poco al lugar de trabajo, los abogados nos preguntamos a menudo si los empresarios pueden imponer vacunas a los empleados

En el Reino Unido, algunos sectores han comenzado a imponer las vacunas a los empleados, como en el sector de las residencias de ancianos, aunque esta medida está ahora sujeta a revisión judicial, por lo que podría ser revocada. También puede ser posible para otros empleadores si se puede demostrar, por ejemplo, que la vacunación es una forma razonablemente viable de mitigar el riesgo de contraer o transmitir el COVID-19 tras una evaluación de riesgos de salud y seguridad. Sin embargo, es probable que esto se aplique sobre todo en las profesiones sanitarias y no en los bufetes de abogados.

La situación de los trabajadores de oficina, y en concreto de los despachos de abogados, sigue sin estar clara. La insistencia de los empleadores en que los empleados existentes se vacunen es una zona gris que aún no se ha puesto a prueba en la legislación del Reino Unido. 

Riesgos legales

Existen riesgos legales asociados a la imposición de vacunas a los empleados, que provienen principalmente de los miembros del personal que se niegan a vacunarse. Si un despacho de abogados decidiera proceder a la imposición de vacunas, la cuestión sería cómo tratar mejor a los empleados que se niegan a vacunarse. 

Lo primero que hay que tener en cuenta es por qué el empleado que se niega no quiere vacunarse. Si el empleado tiene una característica protegida que es la razón de su negativa, puede tener una reclamación de discriminación contra el empleador. Sin embargo, un empresario podría mitigar este riesgo estableciendo exenciones por razones médicas o de creencias, lo que haría más difícil que un empleado presentara una reclamación de este tipo, pero, por supuesto, eso significaría que no todos los empleados se vacunan como puede ser la intención de la política de vacunación obligatoria.

El despacho de abogados tendría que decidir si despedir al empleado, permitir su reubicación en otro puesto o mantenerlo trabajando en casa. Si el despacho de abogados decide despedir al empleado, podría abrirse a una multitud de reclamaciones. Si el empleado en cuestión tiene más de dos años de servicio, puede decidir presentar una demanda por despido improcedente contra el despacho. Si el empleado tiene menos de dos años de servicio, todavía puede presentar una demanda de despido improcedente contra el empleador por motivos de perjuicio para la salud y la seguridad.

Dado que la situación no está clara, recomendaríamos a los empleadores que consideren alternativas a la vacunación, como la realización periódica de pruebas de inmunidad y el uso de mascarillas, aunque está por ver si se espera o se considera la posibilidad de adoptar medidas alternativas.

Alternativas a la imposición de vacunas

En lugar de imponer las vacunas, los empresarios pueden animar a sus empleados a vacunarse para reducir los riesgos de salud y seguridad en el lugar de trabajo. Esto puede incluir charlas de profesionales médicos sobre la vacuna para disipar los mitos que la rodean.

Además, también se recomienda tener en cuenta la política de bajas laborales del despacho. El personal doblemente vacunado no tiene que aislarse después de estar en contacto con alguien que haya dado positivo en la prueba de COVID-19, mientras que el personal no vacunado tendría que aislarse. Para los empleadores que no ofrecen subsidio de enfermedad contractual, esto significa que los miembros del personal no vacunados sólo cobrarían el subsidio de enfermedad legal durante su baja forzosa, mientras que los que pueden trabajar no son penalizados. Esto puede incentivar a los empleados a vacunarse.

Los empresarios también podrían reabrir la oficina sólo para el personal vacunado y pedir al personal no vacunado que trabaje desde casa. Sin embargo, esto puede plantear problemas de discriminación y podría dar lugar a reclamaciones si dicha política resulta perjudicial para el personal que trabaja desde casa o para el que trabaja en la oficina. Por lo tanto, antes de tomar esta medida, se deben considerar cuidadosamente los riesgos que conlleva.

Orientación para los despachos de abogados

En última instancia, corresponde a cada bufete de abogados decidir qué nivel de riesgo está dispuesto a asumir. 

Sin embargo, debe tener en cuenta que si decide imponer las vacunas, correrá el riesgo no sólo de contravenir la legislación laboral, sino también de perder talento, ya que el personal podría decidir irse a otro empleador sin una política de vacunación obligatoria.

Aunque todavía no hemos visto decisiones del Tribunal Laboral sobre la obligatoriedad de las vacunas, hay decisiones sobre asuntos relacionados con la COVID-19 que están empezando a llegar y estamos viendo un enfoque inconsistente.

Como siempre, cada caso depende de sus hechos individuales, pero los tribunales laborales tienden a penalizar a la parte que adopta el enfoque más extremo y menos razonable. Por lo tanto, sospechamos que la imposición de vacunas no se considerará legal.