Prepárate para recibir malas noticias
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Todos recibimos malas noticias en el trabajo, ya sea por parte del jefe de nuestro departamento o por parte de un compañero de trabajo
A la hora de contar malas noticias, relativas al ámbito profesional, es importante tener en cuenta estos condicionantes:
- Orden
No es lo mismo contar una mala noticia en primer lugar y, después una buena. Por lo general, cuando uno es el que transmite las noticias, prefiere empezar con positivismo, aunque quienes escuchan prefieren escuchar malas noticias primero, por el sentimiento de incertidumbre y urgencia.
- Claridad
Cuando recibimos malas noticias queremos que nos la digan sin rodeos, directamente. Es importante que se cuenten estas noticias con la mayor claridad posible e informando sobre lo esencial de forma que se entienda a la perfección el problema de fondo.
- Sensibilidad
Cómo reaccionemos ante las malas noticias dependerá de nuestro estado anímico, de la ubicación donde se transmita el mensaje, del canal por donde se transmita. Hay múltiples factores que puedan maximizar la relevancia del mensaje o, por el contrario, reducirla.
- Receptividad
Cada trabajador es diferente y cada uno de ellos podrá recibir una mala noticia de una forma determinada. De acuerdo con los expertos, resulta sorprendente saber que los trabajadores que han padecido ansiedad y estrés suelen ser más receptivos a las malas noticias. Un estado de tensión pone al trabajador en estado de alerta y aumenta su atención, y eso ayuda al procesamiento de noticias negativas.
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