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Primero ha sido el auge del teletrabajo y ahora muchas voces abogan por establecer 4 días laborables por semana, ampliando los fines de semana de 2 a 3 días. La cuestión relevante es saber si este plan potenciaría la eficacia de los trabajadores y su productividad 

¿Te has planteado aplicar esta medida en tu despacho de abogados? 

Algunos estudios atestiguan que la productividad aumenta si se establece los 4 días laborables. Por ejemplo, un estudio realizado por Microsoft Japón ha demostrado que reducir la semana laboral a 4 días aumenta la productividad de los trabajadores en un 40%. A su vez, más del 90% de los trabajadores afirmaron que fue una medida positiva haber acortado los días laborables por semana de 5 a 4 días.

Los resultados de este estudio demostraron que Microsoft Japón llevaba a cabo el mismo trabajo en menos tiempo de trabajo. Esta firma no midió la productividad de los trabajadores, sino que midió las tareas que cada trabajador realizaba.

Este experimento se ha llevado a la perfección en Nueva Zelanda, donde empresas relevantes en este país como son Perpetual Guardian y Unliever han establecido, de manera permanente, la fijación de 4 días laborables por semana, aumentando el rendimiento de sus plantillas de manera significativa. 

Esta apuesta por reducir los días laborables de los trabajadores implica un reto importante: el cambio de cultura. Las empresas tienen que ver esta nueva medida como una herramienta para aumentar la efectividad y productividad de sus trabajadores pero, también, ello tiene que garantizar un mayor bienestar en la empresa. 

Está claro que este nuevo modelo de trabajo no se puede aplicar a todas las empresas, puesto que las empresas dedicadas a la mano de obra no pueden permitirse reducir las jornadas laborables durante la semana. Este nuevo modelo es ideal para aquellas empresas que se sirven de herramientas en Internet para almacenar sus datos, que se manejan con metodologías ágiles de trabajo, que tienen una cultura corporativa fuerte.  

Otro inconveniente podría ser una posible descoordinación entre la firma que trabaja 4 días a la semana y un proveedor o colaborador que sí trabaja 5 días, lo cual puede provocar una ralentización en los proyectos y en las operaciones. 

En definitiva, cada firma tiene que valorar si le compensa aplicar los 4 días laborables semanales, siendo esta una apuesta fuerte e implica un cambio de cultura corporativa. Los resultados se apreciarán una vez se aplique esta medida innovadora.