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Holger Zscheyge recomienda que para adaptarse al nuevo mundo digital, los abogados deben conocer las nuevas herramientas desde el primer momento: en las facultades de Derecho

Si queremos acelerar la adopción de la tecnología en el sector jurídico, tenemos que empezar a preparar a los usuarios potenciales de la tecnología jurídica desde el primer momento: las facultades de Derecho. Hay un millón de razones y excusas por las que el sector jurídico tarda en adoptar la tecnología para ser más eficiente. A menudo se debe a la falta de información sobre lo que está disponible en materia de tecnología y lo que es posible automatizar, así como a la falta de tiempo para comprender todo lo que leen los abogados en ejercicio.

Si se comparan las respuestas de la encuesta y la realidad, se observa una brecha visible entre lo que los abogados declaran sobre el uso de la tecnología y lo que realmente hacen. Es como con tu propósito de Año Nuevo de ponerte por fin en forma este año. En algunos despachos de abogados incluso se ven costosas herramientas de tecnología jurídica que residen en los servidores del despacho, al igual que la tarjeta de socio del gimnasio. Nada sorprendente: el cambio es difícil. Así que dejemos que los estudiantes de derecho se conviertan en los agentes del cambio.

Esa fue la línea de pensamiento cuando la Asociación Europea de Tecnología Jurídica se asoció con la Universidad Estatal de Derecho de Moscú Kutafin [1], una de las principales facultades de derecho de Rusia, para poner en marcha una iniciativa para introducir la tecnología jurídica en la enseñanza del derecho. Por supuesto, en las facultades de derecho locales ya se han puesto en marcha algunos proyectos para incluir la tecnología jurídica en el proceso educativo desde hace un par de años. Pero esos esfuerzos dependían enteramente del entusiasmo del personal de la facultad, a menudo sin el apoyo de la dirección de la escuela de derecho. Y todo el mundo estaba reinventando la rueda una y otra vez, sin mucha comunicación e intercambio entre estos entusiastas. Los proveedores y los posibles empleadores no suelen participar en absoluto. 

Este es un problema que merece la pena abordar con una acción concertada de todas las partes interesadas: facultades de derecho, estudiantes, empleadores y proveedores. Así que el 24 de marzo de 2021 iniciamos un debate para ver si había algún interés entre las partes interesadas del ecosistema de la tecnología jurídica y las instituciones de enseñanza superior. Y, vaya, ¡subestimamos el interés! Participaron más de 150 personas de más de 35 facultades de derecho desde Kaliningrado hasta Vladivostok, de los principales proveedores de tecnología jurídica y de algunos de los mayores empleadores de abogados de Rusia. Desde entonces, aún más personas e instituciones se han unido al movimiento.

Para captar la situación actual y obtener una imagen de cómo piensan los estudiantes, los empleadores y los proveedores sobre la necesidad de incluir cursos sobre tecnología jurídica en los planes de estudio de las facultades de Derecho, lanzamos una encuesta antes de la reunión inaugural. En la encuesta participaron 100 profesores, 102 representantes de empresas y 1003 estudiantes de derecho. Y el mensaje fue claro: el 89,8% de los empleadores, el 92,8% del personal docente y el 93,2% de los estudiantes están a favor de que las facultades de Derecho incluyan cursos sobre el uso de las tecnologías en la práctica jurídica. El 78% de los empleadores prefiere recibir graduados que tengan un buen conocimiento de las tecnologías. La mayoría de los que están dispuestos a formar a los graduados en el trabajo lo hacen por necesidad. Por tanto, se trata de un claro mandato para que las facultades de Derecho preparen a los futuros abogados con conocimientos de tecnología.     

Kutafin Moscow State Law University / Fuente: Lancam School

El kilometraje puede variar de un país a otro -en Rusia los estudiantes de derecho tienen acceso gratuito a las bases de datos de investigación jurídica electrónica desde el año 2000-, pero en general los problemas son los mismos en todas partes, y la comunicación y el intercambio de mejores prácticas entre las partes interesadas es escaso en el mejor de los casos. Por ello, ELTA pondrá en marcha una iniciativa en otros países europeos para que se inicien acciones concertadas en todas partes. Estos son algunos de los puntos chole que hemos identificado y que deben ser abordados:

Ya hay demasiadas asignaturas en los planes de estudio de las facultades de Derecho: a veces es difícil añadir nuevas asignaturas cuando los planes de estudio ya están repletos.

La tecnología jurídica es nueva para el personal docente - para que un esfuerzo nacional incluya cursos de tecnología jurídica, tenemos que idear programas de "formación de formadores".

No hay mucho material didáctico disponible: la mayoría de los países carecen incluso de un libro de texto sobre tecnología jurídica, por no hablar de manuales para profesores y vídeos de instrucción.

Los cursos tienen que complementarse con trabajos prácticos: los estudiantes deben ser capaces de probar las soluciones de tecnología jurídica en situaciones reales.

Resolver estas cuestiones no será una tarea trivial. Pero, como dicen los chinos, un viaje de mil millas comienza con un solo paso. Si unimos nuestras fuerzas y nos esforzamos por la causa, pronto los becarios de verano no reordenarán los expedientes de los casos por orden alfabético o irán a buscar café, sino que crearán un chatbot para automatizar la entrada de clientes o utilizarán una herramienta gratuita para convertir los conocimientos de un despacho en un producto. En el caso de Rusia, decidimos utilizar la infraestructura existente de las asignaturas jurídicas en las facultades de Derecho para enseñar a los estudiantes a utilizar las soluciones tecnológicas jurídicas en un entorno de bufete o departamento jurídico. Dos proveedores que participaron en la primera reunión se comprometieron en el acto a proporcionar licencias gratuitas de sus productos a las clínicas jurídicas participantes. Y habrá más.

Si está interesado en aunar esfuerzos o en dar su opinión, póngase en contacto con ELTA [2].