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Los océanos están contaminados por plástico y se ha agravado durante la pandemia de COVID 19

Los océanos cubren el 71% de la superficie de la Tierra, y su inmensidad es esencial para la vida en la Tierra. Por desgracia, actualmente nuestros océanos están llenos de contaminación por plástico. Al menos 8 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos cada año.  Los países en desarrollo, como China, India, Indonesia y Filipinas, se encuentran entre los 5 peores contaminadores de plástico del mundo. La acumulación de plástico en los océanos, y su impacto adverso en la vida marina, se ha agravado durante esta pandemia de COVID 19.

Aunque la protección del medio ambiente marino puede adoptar muchas formas, éstas se basan en última instancia en los instrumentos jurídicos como columna vertebral de la protección. Pero determinar las cuestiones dentro del instrumento legal para la contaminación marina por plásticos es complicado. En este artículo se analizan varias cuestiones principales relativas al estado de derecho de la contaminación por plásticos marinos. 

En primer lugar, hemos confiado en los plásticos (especialmente los de un solo uso) porque son "baratos, seguros y sencillos". Esta mentalidad debe cambiar porque los plásticos de un solo uso no son baratos, seguros y sencillos, especialmente porque no son reciclables. Pensemos en el tiempo que tarda el plástico en biodegradarse y formar parte de nuestro entorno natural, que oscila entre 60 y 500 años. Las estimaciones indican que sólo reciclamos el 9% de los residuos de plástico, y el 12% se incinera. El resto acaba en los vertederos o en nuestro entorno, incluidos los océanos. Imagínese el precio que pagamos por el impacto de esos plásticos que permanecen en nuestro medio ambiente durante 500 años, incluidos los costes sanitarios de esos residuos plásticos para nuestro medio ambiente; en tierra, en el océano y en la vida marina. 

El estado de derecho de la contaminación por plásticos marinos consiste en cambiar la mentalidad e introducir materiales alternativos ecológicos para sustituir los plásticos de un solo uso. Un ejemplo de ello sería la protección de la capa de ozono mediante el Protocolo de Montreal (1987). Esta acción global logró eliminar las sustancias que agotan la capa de ozono de la Tierra después de 30 años, a través de muchos esfuerzos, evidentemente cambiando la mentalidad de la gente para apartarse de la producción y el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono e introduciendo tecnología de sustancias ecológicas.

En segundo lugar, la complicación de la responsabilidad y la compensación en la contaminación por plásticos marinos. Responsabilidad significa ser legalmente responsable de algo, en el caso: la contaminación. En el caso de la contaminación por plásticos marinos, el "principio de quien contamina paga" parece ser la respuesta clara, pero plantea problemas en cuanto a la responsabilidad. El principio tiene lugar cuando una actividad afecta a la sociedad en general, y es justo que ese "coste" lo asuma el que se beneficia de la actividad. En el caso de la contaminación marina por plásticos, la complicación estriba en determinar quién se beneficia de la eliminación de los residuos plásticos en el océano. La contaminación marina por plásticos procede de muchas fuentes terrestres y oceánicas, dispersas en la jurisdicción de muchos Estados. S Maljean-Dubois y B Mayer (2020) afirmaron que la responsabilidad puede recaer en las empresas que producen plástico, en las que lo suministran a los consumidores, en los propios consumidores o incluso en los que se deshacen de los residuos plásticos en el medio ambiente y en los Estados. Un régimen de responsabilidad centrado en la indemnización no sería una solución adecuada para la contaminación marina por plástico debido a las dificultades para determinar el destinatario de la indemnización. 

W.C. Li et al (2016) afirmaron que la principal prueba de la contaminación por plásticos marinos son sus impactos ecológicos, que además pueden extenderse a múltiples jurisdicciones. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982) y otros tratados exigen a los Estados que prevengan, reduzcan y controlen el vertido de contaminantes en el medio marino, incluidos los plásticos. La contaminación por plásticos marinos puede ser consecuencia del incumplimiento de las obligaciones del derecho internacional, lo que es imputable a los Estados.

Esto significa que el principio de responsabilidad del Estado es aplicable en los casos de contaminación por plásticos marinos. El caso Trail-Smelter (1941) estableció que la responsabilidad del Estado requiere un acto ilícito atribuible al Estado y que se produzca un daño transfronterizo. La pregunta que se plantea aquí es qué Estado/s se produce cuando los residuos de plástico están flotando por todo el océano terrestre. La respuesta posible es todos los estados. La restauración del medio ambiente, por ejemplo, es una solución más adecuada para la contaminación por plásticos marinos, en lugar de centrarse en la responsabilidad, ya que es demasiado difusa para ser determinada.   

En tercer lugar, ¿qué se puede organizar para el estado de derecho de la contaminación por plásticos marinos? A modo de comparación, en el régimen del cambio climático, el Acuerdo de París (2015) no implica ni proporciona una base para ninguna responsabilidad o compensación, sino que pretende más bien mejorar el conocimiento y la coordinación, la acción y el apoyo, incluyendo la financiación, la tecnología y la creación de capacidades, para hacer frente a las pérdidas y los daños.  Este ejemplo de creación de un nuevo marco normativo a través de las obligaciones de los tratados podría ser el marco más aplicable para el régimen de contaminación por plásticos marinos. Los Estados deben regular el plástico desde el principio hasta el final, desde la reducción de la producción hasta la gestión del consumo, pasando por la gestión de los residuos plásticos. 

La aplicación real de la reducción de la contaminación por plásticos marinos se llevará a cabo a nivel nacional y local, donde la gente maneja los residuos plásticos de primera mano, desde la extracción, la producción, la fabricación, el uso/reutilización, hasta la eliminación como residuo. Muchas provincias y distritos de los países asiáticos siguen sin saber cómo frenar la contaminación por plásticos marinos. Los marcos jurídicos internacionales o regionales sobre la contaminación por plásticos marinos motivarán a los gobiernos nacionales a animar a sus gobiernos regionales/locales, y a las partes interesadas, a adoptar medidas para frenar la contaminación por plásticos marinos.