Un nuevo informe que acaba de publicar la International Bar Association, o IBA (Asociación Internacional de Abogados, en español), la voz mundial de la profesión jurídica, pone de manifiesto una crisis en el bienestar mental de los abogados. 

Ahora es oficial e innegable. 

Hay una crisis de salud mental en la profesión jurídica en todo el mundo.

Hace unos días, el 26 de octubre, la IBA publicó su estudio global sobre el bienestar mental en la profesión jurídica [1]. El informe fue elaborado por el Grupo de Trabajo Presidencial de la IBA sobre el bienestar mental en la profesión jurídica.

Tras las primeras encuestas mundiales que examinan el bienestar mental de los profesionales del Derecho tanto a nivel individual como institucional, el informe identifica las preocupantes tendencias del bienestar mental en la profesión y ofrece diez principios para que los lugares de trabajo y las organizaciones jurídicas ayuden a abordar la crisis.

Entre las principales conclusiones se encuentran las siguientes

El estigma está muy extendido. El 41% de los encuestados no hablaría de sus problemas de bienestar mental con su empleador por miedo a que pueda tener un impacto negativo en su carrera.

Uno de cada tres encuestados dijo que su trabajo tenía un impacto negativo o extremadamente negativo en su bienestar.

Hay una falta de formación en materia de bienestar. El 82% de las instituciones encuestadas dijo que se tomaba en serio el bienestar mental, pero sólo el 16% ofrecía formación a los altos cargos.

Utilizando las puntuaciones del índice de bienestar mental de la Organización Mundial de la Salud, la puntuación media global de los abogados encuestados suele dar lugar a una recomendación para que un profesional de la salud examine a una persona en busca de depresión.

La gente no habla de los problemas de bienestar. El 32% teme ser tratado de forma diferente por ello. El 24% dijo que su empleador no reconocía suficientemente los problemas de bienestar mental. El 17% teme que no se le crea o no se le tome en serio.

El 28% de los encuestados desea que se mejore la cultura del lugar de trabajo, en la que se cultiva el respeto mutuo y se aborda el mal comportamiento.

Los copresidentes del Grupo de Trabajo, Steven Richman y Deborah Enix-Ross, declararon: "Esperamos que los principios de bienestar mental expuestos en el informe ayuden a la profesión jurídica a responder urgentemente a la crisis. Para que se apliquen soluciones, primero debe reconocerse que el bienestar mental es importante y que no denota debilidad. El informe es una llamada a la acción".

Los resultados confirmaron que el mal bienestar mental de los profesionales del derecho es una causa de preocupación mundial y que tiene un impacto desproporcionado en las mujeres, los abogados más jóvenes, los que se identifican como minoría étnica y los que tienen discapacidades.

El Grupo de Trabajo fue iniciado por el ex presidente de la IBA, Horacio Bernardes Neto, quien dijo: "Con el apoyo de los datos de dos encuestas mundiales pioneras, las conclusiones y los principios contenidos en este informe representan un primer paso de vital importancia para abordar la crisis mundial del bienestar mental de los abogados". La iniciativa ha sido adoptada de todo corazón por el actual presidente de la IBA, Sternford Moyo, quien comentó: "Los recientes acontecimientos nos han obligado a todos a pararnos a pensar en qué es lo que más valoramos en nuestras vidas, y en cómo nuestras carreras contribuyen, o no, a nuestro bienestar mental y a nuestro sentido de propósito. En este sentido, este informe no podría ser más oportuno ni relevante".

El informe expone las estadísticas globales con gran detalle. Reconoce que los problemas son complejos, detallados, matizados, algunos específicos de cada jurisdicción, otros genéricos, y que para muchos parecerán abrumadores. Los abogados y los bufetes tienen que ejercer la abogacía, ganar dinero, hacer frente a todas las presiones que ha suscitado la COVID, cumplir los plazos, mantenerse a flote y, en común con todos, navegar en una época de cambios casi sin precedentes. Entonces, ¿cómo pueden las organizaciones empezar a orientarse hacia una forma más saludable de ejercer su profesión cuando hay tantas presiones urgentes que compiten entre sí?

El informe ofrece una brújula. Resume diez principios básicos que son universales. Si tiene poco tiempo, le sugiero que descargue el informe [1] y vaya a las páginas 11 a 17. En resumen, los principios son los siguientes:

1 El bienestar mental es importante. No hay nadie que no se vea afectado. 

2 El bienestar mental no es una debilidad. Todos nos enfrentamos a desafíos para nuestra salud de vez en cuando. 

3 La sensibilización es fundamental. Es necesario abordar la posición por defecto en la que los que tienen problemas de bienestar se enfrentan a la estigmatización. 

4 Es necesario un compromiso con el cambio y una evaluación continua y regular. La profesión debe adaptarse para hacer frente a la crisis actual.

5 Las políticas son importantes. Adoptar una política de bienestar mental es un primer paso sencillo para el cambio. 

6 Mantener un diálogo y una comunicación abiertos. Una vez establecida la política, es necesario apoyarla con un debate continuo.

7 Abordar los problemas sistémicos. La "resiliencia" mental de los individuos varía. Los sistemas deben apoyar, no socavar, el bienestar de los abogados.

8 Reconocer las interseccionalidades. Las cuestiones de igualdad, diversidad e inclusión deben ocupar un lugar central en las políticas y la práctica. 

9 Compartir las buenas prácticas entre individuos, instituciones, sectores, jurisdicciones y foros regionales. Fuera los silos, dentro el intercambio". 

10 Aprender de los demás. Otros grupos de todo el mundo tienen experiencia y sabiduría que compartir sobre estas cuestiones. 

La unidad de política e investigación jurídica de la IBA, adscrita al proyecto, ha sido coordinada por Sara Carnegie y George Artley en el Reino Unido. Tras la publicación del informe, Artley indicó que ahora están trabajando en la coordinación del camino a seguir con el proyecto, con vistas a crear un órgano permanente de bienestar mental dentro de la IBA.

Elizabeth Rimmer, miembro del grupo de trabajo y directora general de la organización benéfica de apoyo a los abogados del Reino Unido LawCare [2], tiene claro cuáles son los próximos pasos. Comentó: "El bienestar jurídico está por debajo de la media en todas las regiones del mundo, el estigma impide que la gente busque ayuda y hable de sus preocupaciones y, a pesar del reconocimiento por parte de los empleadores de la importancia de la salud mental, sólo el 16% de las organizaciones de todo el mundo ofrecen formación sobre el bienestar a los que ocupan puestos directivos. Con el creciente impulso que reconoce la importancia de la salud mental en el lugar de trabajo, ha llegado el momento de que los educadores, los reguladores y las prácticas jurídicas de todas las jurisdicciones se unan para abordar los problemas en colaboración".

La profesión jurídica de todo el mundo ha recibido un análisis detallado y exhaustivo de la crisis a la que se enfrenta. Y con una hoja de ruta. 

¿Cuál es el siguiente paso?