A causa de las devastaciones económicas causadas por la COVID-19, muchas empresas se han visto obligados a cerrar oficinas, a despedir personal y a recortar salarios. Muchas otras firmas también han optado por recortar el salario a los socios. Entre todos ellos se encuentran muchos despachos de abogados del Reino Unido.

Withers tenía originalmente 57 miembros del personal de permiso y 21 han sido traídos de vuelta de forma permanente. La empresa anunció recientemente un conjunto de resultados financieros extraordinarios, diciendo que sus clientes son "muy activos en tiempos volátiles".

Poco menos del 15% del personal de Shakespeare Martineau ha sido cesado durante la pandemia. 47 empleados regresaron en julio y algunos empleados permanecerán de permiso en los meses de agosto y septiembre.

En cuanto a Watson Farley Williams ha traído de vuelta a las oficinas a 29 empleados, otorgando el permiso a 49 funcionarios en abril. A algunos de sus empleados se les ha reducido las horas de trabajo. 

Osborne Clarke anunció la vuelta de 83 empleados que habían sido cesado en el pasado. 

La reconocida firma Allen & Overy aún no ha dado permiso a gran parte de su personal a volver a la oficina en Londres, que se prevé que sea el 7 de septiembre, accediendo parte del personal en semanas alternas. 

Freshfields ha tomado una opción diferente al permitir ir a trabajar en la oficina a aquellas personas que no podían trabajar desde sus casas. 

El personal de Ashurst ha comenzado a volver a trabajar en su oficina a partir del 2 de julio. CMS también comenzó a regresar a sus oficinas en Manchester y Sheffield, de forma limitada y voluntaria, a partir del 13 de julio. 

Con respecto a Gowling WLG, muchos empleados siguen en permiso y aún no se tiene una fecha fija para que vuelvan a incorporarse al personal. Las oficinas en el Reino Unido de esta firma permanecerán aún cerradas.