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Uno de los efectos negativos causados por la pandemia ha sido, indudablemente, una drástica reducción de contacto directo entre compañeros de trabajo y con los clientes

La falta de conexión humana fuera de nuestros hogares ha aumentado los niveles de ansiedad y depresión, debilitando la socialización y las relaciones interpersonales entre empleados. 

Numerosos estudios certifican la importancia de la socialización directa para nuestro ánimo. De hecho, muchos científicos afirman que las conexiones humanas son tan necesarias para nuestro cerebro como saciar el hambre. 

Es vital mantener conversaciones con otras personas. Desafortunadamente, los tiempos nos obligan a comunicarnos, en una gran mayoría de los casos, por medio de las redes sociales o desde aplicaciones de mensajería instantánea (WhatsApp, Telegram…). 

Estas herramientas resultan útiles a la hora de comunicarte con una gran cantidad de personas, o con aquellas que se encuentran en otras ciudades o países, pero los científicos aconsejan comunicarse preferiblemente por teléfono, ya que resulta una conversación que aporta más positividad.

Las relaciones sólidas son importantes tanto dentro de la oficina como fuera de ella. Es una fuente segura de positividad y, si se trata de un compañero de trabajo, puede garantizar ayuda y solidaridad. 

Las reuniones extralaborales pueden ser muy beneficiosas para la mente y para la moral de los empleados. Por otra parte, realizar otra clase de actividades con los compañeros de trabajo también ayuda a aumentar la positividad del grupo (ya sea para hacer deporte, actividades culturales, etc).

Hay múltiples maneras de aumentar la positividad ya sea de manera individual o en grupo. Las firmas son actores clave para garantizar una moral apropiada a sus trabajadores, quienes invierten una gran cantidad de horas dentro de la oficina. 

Por medio de la positividad se mejora la productividad, se aumenta la motivación y se crea una atmósfera sana dentro de la oficina.