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El fracaso es un suceso que todas las compañías deben superar para llegar al éxito a través de afrontar algunas situaciones particulares

“No existe el fracaso, salvo cuando dejamos de esforzarnos”, decía Jean Paul Marat, científico y médico francés del Siglo XVIII. 

El fracaso es bien conocido por todos los despachos de abogados. No existe ninguna compañía que, antes de alcanzar cualquier logro, haya fracasado. Y todos seguimos teniendo miedo al fracaso.

El fracaso ha sido siempre uno de los mejores alicientes para aprender de nosotros mismo y también para superar retos futuros, tanto de forma individual como a nivel equipo de trabajo. Siempre seremos capaces de encontrar una oportunidad detrás del fracaso.

A continuación, os damos claves a tener en cuenta para superar el miedo al fracaso:

Haz un mapa real de la situación

Cada situación y cada evento tienen características particulares. No dudes en apreciarlos desde un punto de vista objetivo y alejado. Muchas veces es difícil verlo con perspectiva, pero tienes que hacer un esfuerzo. 

Entender todo lo que ocurre es clave para determinar cómo solucionar los problemas. Para ello no te tienes que servir únicamente de tu intuición (que muchas veces falla), sino que puedes servirte de protocolos prácticos, consejos y el apoyo de tu equipo.

Anticiparte

Si de entre todas las tareas o circunstancias relacionadas con tu firma, crees que una o varias de ellas van a generarte problemas en el futuro, intenta solucionarlas al instante. O prepárate lo suficiente para que las consecuencias sean lo menos negativas posibles.

La anticipación en todo cuanto nos sucede es clave, porque nos permite ver todo con perspectiva, a largo plazo, y de paso nos garantiza la viabilidad del proyecto. Los errores surgen cuando se realizan muchas tareas en poco tiempo.

Implícate

Muchas veces surge el miedo al fracaso porque no conoces realmente los eventos que pueden conducir al fracaso. Una implicación total en todo cuanto haces, y dejas de hacer, te permite entender las consecuencias, de tal manera que si fracasas sepas, al menos, todos los detalles que te han llevado al fracaso.

La implicación también conlleva estrategias. Por medio de las estrategias, tus acciones estarán coordinadas y será más difícil toparte con el fracaso. También las estrategias ayudan a sobrellevar los fracasos.

Acepta el fracaso

Muy en consonancia con lo dicho en el párrafo anterior, aceptar el fracaso es una tarea en sí. Cuando fracases, ponte a analizar todos los aspectos. Pon algo de esperanza en el proceso de aceptación del fracaso, ya que te hará ser más productivo y eficaz desde el primer minuto.

Fracasar es aprender. Y aprender es evitar errores del pasado. Analiza tus errores, reevalúa tus estrategias. Nadie es perfecto. 

Piénsalo así: ¡tus fracasos pueden ser la antesala de tus éxitos!